Ya hace un año que me incorporé a Renacimiento, como pasa el tiempo. Hace un año tomé la dura decisión de saltar de empresa y aposté por Renacimiento como una oportunidad profesional. Haciendo balance creo que no me equivoqué.
Al principio me costó adaptarme a algunas formas de trabajo, ya que venía de un formato muy distinto. Me acuerdo en el primer proyecto hasta me preguntó mi primer gerente que porqué estaba “haciendo horas de más”, algo inconcebible para mí siempre trabajaba más de 8 horas. Me argumentaba que “si tenía que trabajar más horas era porque se había estimado mal o había un problema no detectado”, cosa que no era el caso. Con el tiempo me fui adaptando a esta forma de trabajar, no es que trabaje menos, sino que te organizas mejora para salir a tu hora.
Otro de los aspectos importantes es el de la calidad en la documentación, planificación y desarrollo. En este sentido hay una exigencia muy alta, ya que si no fuera así no se podría conseguir unos resultados aceptables trabajando ocho horas y no se podría dar la calidad que se vende como valor añadido. Para favorecer este objetivo se intenta que como máximo cada persona esté asignada a un proyecto. Esto permite centrarte muchísimo en el proyecto, cuando llevas varios proyectos al mismo tiempo al final trabajas apagando fuegos y no puedes atender como debiera a cada cliente.
El conocimiento también es uno de los pilares importantes. Renacimiento destaca por ser una de las empresas punteras en España en proyectos de nuevas tecnologías. El conocimiento también tiene que ver con la calidad y la productividad. Para conseguirlo se fomenta la formación de las personas mediante cursos internos, talleres, charlas, blogs y herramientas de soporte y conocimiento.
El resultado ha sido bastante positivo, he ganado en calidad de vida y he participado en proyectos muy interesantes. Creo que profesionalmente ha sido un acierto.
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